Parábola de la escalera en XLSemanal

La revista XLSemanal es mi favorita desde hace años. La leo todos los domingos de cabo a rabo (bueno, cosas de moda o similares me las salto, pero es poco en la revista). Una sección llevada con especial cuidado y calidad es la del correo, donde Lorenzo Silva hace que las habitualmente sosas secciones de cartas llegue a un nivel impresionante, acorde con el resto de la publicación. En estas cartas se publican cosas con las que estoy de acuerdo y otras con las que no, como debe ser.

En el número 1394 se publica una carta con título "La escalera" que resumo malamente (buscad el original por la red o en la revista, ya que el enlace a la fuente no lo he encontrado) donde el autor nos describe un experimento del siglo pasado donde unos científicos enjaulan con todos los lujos a unos chimpancés para diferenciar normas impuestas y comprendidas, y las heredadas y no comprendidas. Entre los lujos no podían subir a una escalera y coger fruta y si lo hacían los mojaban a todos con agua fría. Al tiempo, los mismos monos linchaban al que quería subir. Cambiando a uno de ellos, aprendió por la vía dura que no podía subir. Cambiando al resto progresivamente ninguno de los nuevos sabía el porqué de la prohibición y el castigo pero seguía manteniéndose la norma.


El autor como resultado indica: "una sociedad inteligente puede heredar una norma y una conducta que dé por buenas y que nadie sepa por qué es así" y continua extrapolando ese resultado a la sociedad humana en general y española en particular.

Esta parábola es muy bonita pero peca del simplismo al que nos quieren reducir en la sociedad actual tergiversada con intereses que nos intentan convertir en meros comparsas manipulables con mensajes de ideas hueras enunciando que una sociedad inteligente similar a la humana está formada por chimpancés. Es un mensaje que bien podrían firmar políticos-tertulianos de pacotilla. Una sociedad verdaderamente inteligente se ha de basar en utilizar la memoria y en base a ello construir nuevas ideas. Los individuos no vivimos lo suficiente para construir la sociedad humana cada generación y menos cada veinte o treinta años. Si así lo intentásemos seguiríamos buscando plátanos en los árboles y no habríamos conseguido los avances que disfrutamos.

Si la parábola fuese con humanos, éstos habrían intentado escribir la norma y algunos individuos avispados habrían intentado transmitir el porqué. Posteriormente, otros, a los que podríamos llamar historiadores nos podrían transmitir esos conocimientos y sobre ellos seguiríamos edificando la sociedad. Siempre aparecerían interesados que nos tomarían por simples y nos intentarían recortar la visión a n-años o n-segundos, según les interesase, pero la memoria y la capacidad inteligente de generar nuevas ideas nos permitirá avanzar aunque estos individuos nos intenten aborregar, trivializar y "tribalizar".

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