Deessa - Mis restaurantes. Madrid recibe con los brazos abiertos a Quique Dacosta

Quique Dacosta capta los sabores y aromas del Mediterráneo y de la mano de un gran equipo llega a Madrid.

Deessa todavía no está en "Mis estrellas Michelín", pero siento que pronto va a pasar a esa categoría en mi clasificación. A veces clasifico estos restaurantes en pujantes ilusionados, establecidos rodados y decadente falto de ilusión. Éste está en la primera categoría. Parte de un éxito reconocido de su chef  estrella pero tiene aquí un equipo ilusionado con lo que hace, por lo que le pongo en mi categoría de pujante ilusionado.

Como se espera en este tipo de restaurantes gastronómicos, todo ralla la perfección: el entorno, las presentaciones, la comida, la bebida, etc. Particularizando, a partir de ahora nombraré a personas de las que recuerdo su nombre y otras me disculparán que no tengo la memoria suficiente:

Nos recibió el chef "Capo" con la rosa que habíamos ya conocido en Denia, deliciosa. Charlando con él ya era jefe de cocina en Denia cuando pasamos por allí. Diré que es un acierto que él esté por aquí.

María, la directora de sala también fue una perfecta anfitriona en la que se aprecian las tablas de su experiencia mediterránea.

A partir de ahí se sucedieron los platos deliciosos. Elegimos el menú histórico. Alejandro principalmente, acompañado por un buen número de profesionales nos fueron llevando de plato en plato. Lamento no recordar el nombre del joven que creo que era el maître, que también fue un ejemplo de profesionalidad y encanto.

La enumeración de platos sería larga, pero el tratamiento de la anguila, los pescados y mariscos es impecable. La selección de caviares tiene poco que comentar salvo por la presencia de los acompañantes que llevan a las bolitas a otro nivel superior, si cabe. El pan y sobre todo las salazones. Es espectacular dónde se puede llevar esta técnica de conservación de alimentos milenaria.

El tratamiento del arroz no deja de sorprenderme, ¡qué rico! Por ahora he estado en el restaurante de Denia, en el Poblet de Valencia y en éste, todos bajo la batuta de Quique Dacosta y siempre es impecable y sorprendente.

La carne estaba muy buena, aunque en los restaurantes gastronómicos creo que se adolece de no preguntar por el punto de la carne. A mi me gusta así, pero hay personas que prefieren la carne un poco más hecha. Estoy seguro que si se pide más hecha, harían cualquier cosa por satisfacerte, pero creo que se podría preguntar de principio. De mis tres experiencias con Quique Dacosta, la carne es la que siempre me olvido cuando las describo aunque siempre me gustan.

Muy buen tratamiento, con mucho celo, de las alergias alimentarias.

Los postres y pequeñas joyas dulces riquísimas, con grandes presentaciones.

Por otro lado, impresionante la sumellería. Gustavo hizo que la comida subiera de nivel incluso. Elegimos la armonía que nos ofreció, pensada para la comida y con una selección de vinos admirable. Agradezco todo lo que nos contó y lo que nos ilustró. Es lo que le pedimos y nos regaló una clase maestra. Todos los vinos servidos en condiciones perfectas de copas y temperaturas: Oremus, Valbuena, Fondillón, etc. Es de agradecer el conocimiento y empuje de estos jóvenes sumilleres. Desde aquí también quiero recordar al del Poblet en Valencia. Muy buena selección de equipos.

Gracias a todos por la atención y servicio recibido. Como madrileño estoy encantado de que este restaurante haya llegado aquí.

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